Post Olímpico
Pistorius no es únicamente el nombre del dios romano de la farra y la bebedera, incidentalmente es el apellido de un atleta sudafricano quien ha llegado a los titulares de varios periódicos debido a su debate con la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo, en lo que considera discriminación por sus problemas físicos.
Oscar Pistorius nació sin peroné en ambas piernas, por lo que la sección inferior de sendas extremidades tuvo que ser amputada cuando tenia apenas 11 meses de edad. Otra característica notable de Pistorius es que a pesar de ello es capaz de correr los 400 metros planos en 46.56 segundos (el tiempo de calificación para los olímpicos es de 45.55 seg).
La forma como logra hacerlo es mediante un par de piernas artificiales, diseñadas específicamente para él a base de fibra de carbono e inspiradas en la forma como trabajan los tendones de los guepardos. Y es ahí en donde nacen los problemas para él: un estudio realizado por una universidad alemana mostraba que las prótesis de Pistorius requerían de 25% menos energía para realizar el trabajo comparadas contra tendones humanos normales, en base a ello la Asociación decidió vetarlo de competencias oficiales (incluyendo los Juegos Olímpicos), considerando que obtenía una ventaja injusta contra competidores sin necesidad de prótesis.
Sin embargo, un estudio nuevo realizado por el MIT establece que en realidad Oscar Pistorius no recibe ningún beneficio adicional del uso de sus piernas prostéticas. Un panel de la Junta de Arbitraje revisó ambos estudios y ha fallado en favor del atleta, abriéndole las puertas para la calificación a Pekín (Beijing, para los cuates), pero esta decisión no ha sido excenta de controversia, pues no ha faltado quien ha hecho mención de las Olimpiadas Especiales, evento dedicado a atletas con todo tipo de problemas físicos y mentales, y que los Juegos Olímpicos están dedicados a la máxima expresión del cuerpo humano sin ningún tipo de ayuda externa que incremente su desempeño.
En lo personal considero que desde la antigüedad, los Juegos Olímpicos deberían mantenerse como una competencia deportiva entre iguales, y sin importar lo lamentable que es la condición física de Pistorius, su presencia en la pista de una carrera oficinal rompería el esquema de igualdad que debería imperar en esta justa.
¿Ustedes, estimados lectores y compañeros blogueros, qué opinan?
Oscar Pistorius nació sin peroné en ambas piernas, por lo que la sección inferior de sendas extremidades tuvo que ser amputada cuando tenia apenas 11 meses de edad. Otra característica notable de Pistorius es que a pesar de ello es capaz de correr los 400 metros planos en 46.56 segundos (el tiempo de calificación para los olímpicos es de 45.55 seg).
La forma como logra hacerlo es mediante un par de piernas artificiales, diseñadas específicamente para él a base de fibra de carbono e inspiradas en la forma como trabajan los tendones de los guepardos. Y es ahí en donde nacen los problemas para él: un estudio realizado por una universidad alemana mostraba que las prótesis de Pistorius requerían de 25% menos energía para realizar el trabajo comparadas contra tendones humanos normales, en base a ello la Asociación decidió vetarlo de competencias oficiales (incluyendo los Juegos Olímpicos), considerando que obtenía una ventaja injusta contra competidores sin necesidad de prótesis.
Sin embargo, un estudio nuevo realizado por el MIT establece que en realidad Oscar Pistorius no recibe ningún beneficio adicional del uso de sus piernas prostéticas. Un panel de la Junta de Arbitraje revisó ambos estudios y ha fallado en favor del atleta, abriéndole las puertas para la calificación a Pekín (Beijing, para los cuates), pero esta decisión no ha sido excenta de controversia, pues no ha faltado quien ha hecho mención de las Olimpiadas Especiales, evento dedicado a atletas con todo tipo de problemas físicos y mentales, y que los Juegos Olímpicos están dedicados a la máxima expresión del cuerpo humano sin ningún tipo de ayuda externa que incremente su desempeño.
En lo personal considero que desde la antigüedad, los Juegos Olímpicos deberían mantenerse como una competencia deportiva entre iguales, y sin importar lo lamentable que es la condición física de Pistorius, su presencia en la pista de una carrera oficinal rompería el esquema de igualdad que debería imperar en esta justa.
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