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Por siglos se ha destacado la visión de las culturas antiguas, quienes con conceptos y descubrimientos como el fuego y el cero se han convertido en piedras de toque de nuestra sociedad actual.
Fuera del contraste entre el concepto absurdo de haber descubierto la nada y la inspirada idea de la representacion numérica de la vacuidad es innegable que el cero es un pilar de nuestro avance tecnológico. Sin embargo, el origen del mismo puede ser mucho mas esotérico de lo que se nos ha hecho creer: según la investigación realizada por el renombrado profeta y alquimista Nabor Veer, el número asignado al vacío inicialmente fue usado para representar lo opuesto. El círculo perfecto ha sido reconocido como la única forma geométrica verdaderamente infinita (la espiral es un caso distinto, del cual ya se han escrito numerosos tratados, así que es inutil abundar al respecto), y se dice que los primeros iniciados de la sagrada orden de los piromantes primero debian mostrar su aptitud al caminar sin descanso durante siete días a lo largo de un estrecho corredor de siete codos de amplitud, este pasillo giraba sobre sí mismo para formar una circunferencia de cuarenta y nueve brazos de diámetro cuyas paredes de hierro eran calentadas al rojo vivo. No se sabe con certeza en cual punto de la historia el circulo o cero dejó de asociarse con lo inmensurable, pero se sospecha que fue después del descubrimiento del Número Infinito.
Mucho se ha escrito ya sobre la figura proporcional que resta al tratar de utilizar el diámetro del círculo como una herramienta para medir al mismo. Ésta ha sido llamada el Número Infinito, y ha causado quebraderos de cabeza en más de un aventurado pensador u hombre de ciencia.
La hipótesis de Veer dice que las cifras son el lenguaje nativo del universo, y el Número Infinito es en realidad el nombre secreto de Dios: mientras uno lo recite se convierte en inmortal. Una escuela del pensamiento de Praga sostiene que en realidad el número no es infinito, y esta cualidad es una ilusión resultado de un sistema matemático inadecuado para representarlo, por lo cual tan pronto como éste sea creado y demostrado el velo de la necesidad de explicaciones teocéntricas será destruido para siempre.
La realidad es que el círculo, el cero o el Numero Infinito son solo algunas de las cifras significativas (mágicas, habrían escrito algunos) cuyos secretos nuestra mente aun no ha sido capaz de desentrañar.
Fuera del contraste entre el concepto absurdo de haber descubierto la nada y la inspirada idea de la representacion numérica de la vacuidad es innegable que el cero es un pilar de nuestro avance tecnológico. Sin embargo, el origen del mismo puede ser mucho mas esotérico de lo que se nos ha hecho creer: según la investigación realizada por el renombrado profeta y alquimista Nabor Veer, el número asignado al vacío inicialmente fue usado para representar lo opuesto. El círculo perfecto ha sido reconocido como la única forma geométrica verdaderamente infinita (la espiral es un caso distinto, del cual ya se han escrito numerosos tratados, así que es inutil abundar al respecto), y se dice que los primeros iniciados de la sagrada orden de los piromantes primero debian mostrar su aptitud al caminar sin descanso durante siete días a lo largo de un estrecho corredor de siete codos de amplitud, este pasillo giraba sobre sí mismo para formar una circunferencia de cuarenta y nueve brazos de diámetro cuyas paredes de hierro eran calentadas al rojo vivo. No se sabe con certeza en cual punto de la historia el circulo o cero dejó de asociarse con lo inmensurable, pero se sospecha que fue después del descubrimiento del Número Infinito.
Mucho se ha escrito ya sobre la figura proporcional que resta al tratar de utilizar el diámetro del círculo como una herramienta para medir al mismo. Ésta ha sido llamada el Número Infinito, y ha causado quebraderos de cabeza en más de un aventurado pensador u hombre de ciencia.
La hipótesis de Veer dice que las cifras son el lenguaje nativo del universo, y el Número Infinito es en realidad el nombre secreto de Dios: mientras uno lo recite se convierte en inmortal. Una escuela del pensamiento de Praga sostiene que en realidad el número no es infinito, y esta cualidad es una ilusión resultado de un sistema matemático inadecuado para representarlo, por lo cual tan pronto como éste sea creado y demostrado el velo de la necesidad de explicaciones teocéntricas será destruido para siempre.
La realidad es que el círculo, el cero o el Numero Infinito son solo algunas de las cifras significativas (mágicas, habrían escrito algunos) cuyos secretos nuestra mente aun no ha sido capaz de desentrañar.
(versión revisada)
Etiquetas: Divagaciones, literatura
publicadas por Roq a la/s
6:13 p.m.
5 Comentarios:
Ok, no entendí mucho, será por qué las mamtemáticas dejaron de interesarme hace mucho?? Y para lo único que las uso es para contar los día que faltan para la quincena, para que sea viernes, para ir a una fiesta, para estar de vaciones, para salir de la escuela....
Chido, Roy!!
Solo que mi cerebro se agota cada que trato de meterle información coherente y sin embargo cuando le meto ideas absurdas trabaja ala mil!
Mil besos a Todos
Eso del cero es algo genial. Me dicen que los ordenadores funcionan con códigos de ceros y unos. Alucinante.
La primera particularidad que tienen los signos es que hace referencia a otra cosa, a aquello a que el signo hace referencia se lo denomina designado. La segunda particularidad que tienen los signos es que hace referencia a algo para un cierto sujeto. El signo hace referencia a su designado siempre con relación con cierto sujeto. A ese sujeto se la llama interprete. Aquí tenemos dos interpretaciones del cero. El cero designa un sentido simbólico de lo infinito, la nada, y el vacío, según los antiguos extáticos y místicos. Y por otro lado, el cero representa en su sentido convencional de las matemáticas el número que se utiliza en diversos sistemas como el algebraico, las matemáticas financieras, el cálculo infinitesimal, etc. El problema radica que en un principio la idea del cero fue rechazada debido a que Aristóteles, influyendo después en los sistemas filosóficos (cosmogonías) cristianos, tenía una idea obsesiva de la proporción, y algunas sectas hieráticas concebían al cero como atributo de lo eterno, por esa razón se combatió al número. Tiempo después, y gracias al tratado de Muhammad Ibn al-Kherani entró al occidente pero en su concepción matemática (1), lamentablemente los judíos lo incorporaron a la Cábala, su tradición mística, para crear la numerología; con esto, occidente paga la deuda a sus antiguos místicos (un retorno al principio). Hasta aquí indudablemente apreciamos la dualidad que ha producido la idea del cero, como dice Seife, "el cero derrotó a todos los que se le opusieron y la humanidad nunca pudo encajarlo en alguna de sus filosofías. En cambio, terminó dándole forma a la idea que los hombres tienen del Universo y de la divinidad.
F.
(1)Obsérvese que la idea del cero nace en oriente, específicamente en la India, debido a que estas religiones conciben la creación del mundo a partir de la nada. Los árabes transmitieron esa sabiduría matemática a Europa con la expansión del Islam
Números... infinitos o finitos... desde cualquier punto de vista... me dan miedo...
saludos roy! esta shidoo esto de los Num....
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